--SIEMPRE IR AL ÍNDICE-- Aprendamos a decir, "Aunque no quiero entregarte estos sentimientos Señor, te los entrego". Dios bendiga a todos los que están pasando por tribulación de espíritu, ánimo, ánimo que vale la pena.
sábado, 21 de abril de 2012
María, Quien llama de regreso al Pueblo de Dios
viernes, 20 de abril de 2012
La Gran Mayoría no puede entender La Palabra de Dios (RII)
Mt. 22, 29: 29. Jesús les respondió: “Estáis en el error, por no entender las Escrituras ni el poder de Dios.
(II Revisión)
Mc. 12, 24: 24. Jesús les contestó: “¿No creéis que estáis en un error, por no entender las Escrituras ni el poder de Dios?”
Para poder estar en la verdad es necesario entender las Sagradas Escrituras y (porque en ambas citas dice “ni”) el poder de Dios. Por esto, para dar una mirada sabia a La Palabra, es necesario comprender la Omnipotencia, la Omnisciencia y la Omnipresencia de Dios aplicada a su Palabra. Sobre todo, recalcando en su Omnisciencia, nos podemos dar cuenta que una pequeña cita bíblica contiene muchas verdades, sabiduría e incluso los misterios que Dios ha revelado paulatinamente en la historia de la Iglesia. Toda verdad está contenida en la Palabra de Dios. De ahí que se necesite pedir el don de Sabiduría e Interpretación de la Palabra al Espíritu Santo.
Is. 29, 9-12: 9. Idiotizaos y quedaos idiotas,
- cegaos y quedaos ciegos;
- emborrachaos, pero no de vino,
- tambaleaos, y no por el licor.
10. Pues Yahvé os va a insuflar
- un espíritu de sopor:
- ha pegado vuestros ojos (profetas)
- y cubierto vuestras cabezas (videntes).
11. La revelación de esto se os volverá
- como palabras de un libro sellado,
- que se lo dan a uno que sabe leer
- diciéndole: “Ea, lee eso”,
- y responde: “No puedo, está sellado”.
12. Luego se lo pasan a un analfabeto
- diciéndole “A ver, léelo”,
- y responde: “¡Si no sé leer!”. (Leer La Palabra de Dios como un libro normal hecho por los hombres, es lo que muchos hacen, y esto es a lo que se refiere: no saber leer o saber leer pero no poder abrir La Palabra. Quien no puede abrir, o no sabe leer La Palabra no accede al conocimiento y sabiduría que brinda: Conocimiento de Dios y de la verdad. “El conocimiento de La Palabra va más allá de conocer sus letras.”
Muchos se jactan de haberla leído mientras que lo que hicieron fue como leer un papel en blanco, y por sus frutos se identifican [Mt. 7, 15-20; 12, 33])
Mt. 7, 6: 6. “No deis a los perros lo que es santo, ni echéis vuestras perlas delante de los puercos, no sea que las pisoteen con sus patas, y después, volviéndose, os despedacen.”
Lo santo son las enseñanzas de Las Escrituras, también las perlas, la sabiduría de Dios contenida en ella. Los perros y los cerdos son aquellos que por pecadores, herejes, anatemas, o simplemente por no creer en La Palabra o estar desvinculados de La Iglesia, no se hacen merecedores de recibir las perlas y lo santo que proviene de Dios. Incluso quien no quiera encontrar la verdad o sea de los que critican pero no investigan, que no se deja guiar, que habla sin conocer, no se hará merecedor de las perlas del cielo.
Lc. 24, 45: 45. Entonces, abrió sus mentes para que comprendieran las Escrituras.
La Interpretación de La Palabra también es un don concedido por Dios, bien dice la misma que el que busca encontrará [Lc. 10, 9]. Así, debemos leer las Sagradas Escrituras, partiendo de la enseñanza apostólica, ojalá con alguien que nos guíe, iniciando desde el Nuevo Testamento por Jesús Cristo, con fe y anhelos de conocer la verdad, las perlas del cielo. El Espíritu Santo nunca niega dar su don, regalar Sabiduría, a quien con humildad y sed de la verdad, quiere conocer la obra de Dios a través de La Biblia.
jueves, 19 de abril de 2012
El Primer y más grande Mandamiento (RII)
Mt. 22, 37-38: 37. Él le dijo: “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. 38. Éste es el mayor y el primer mandamiento.
Lo que nos permite colocar a Dios en primer lugar, es todo aquello que Él quiere de nosotros. Lo que no, es un vil engaño del enemigo y es falto de fe, amor y temor a Dios. Dios es Padre sobre todo, pero también como Dios, le merecemos todo el respeto y amor que le podamos corresponder. Las Santidades más grandes las tuvieron quienes entendieron a fondo este mandamiento.
(II Revisión)
Sal. 69(68), 10: 10. - pues el celo por tu casa me devora,
- y si te insultan sufro el insulto.
Así debemos ser nosotros, que estemos encendidos en fuego de respetar y dar gloria a Dios sobre todo. Nuestra Madre María evitaba hacer cualquier cosa que pudiera ofender o no agradar a Dios. Y el primer lugar donde debemos comenzar a tener en cuenta esto es dentro del Templo, lugar Sagrado, dedicado al culto divino, donde nos reunimos con Nuestro Señor Jesús. Quien ame a Dios sobre todo, tendrá la puerta abierta a la Santidad porque será el más agradable a los ojos de Dios, quien se done a Dios lo hará por amor y en pos de esto alcanzará la virtud.
¿Acaso esto es amar a Dios sobre todas las cosas?:
1) Faltar a Eucaristía los domingos, días destinados al Señor.
2) Comulgar de pie, tratando a Dios como si fuera igual a nosotros. ¡Es Dios mismo, Jesús, quien está frente a nosotros! ¡Orgullo humano, ceguera espiritual, ofensa a Dios quien es infinitas veces más digno que nosotros! Peor aún recibirlo en la mano, ¡Solo a los Apóstoles les fue concedido el derecho de tocar a Jesús, ahora todos lo tocan como si fuera un pedazo de pan cualquiera!
3) Comer un poco antes o recién después de comulgar. ¡Mezclan el cuerpo de Dios con cualquier tipo de alimento, como si fuera una comida cualquiera!
4) Creer que las buenas obras suplen la Eucaristía. Primero amar a Dios sobre todo y luego a los hermanos.
5) Querer más a tu familia, a tu pareja, a tus amigos y darles prioridad sobre Dios.
6) En el Templo hablar con las personas, cual si fuera cualquier sitio de reunión. Aún peor hablar de temas que incluyan crítica, morbo, rencor sin perdón, y otras cosas que ni fuera del Templo se deberían hablar.
7) Estar pendiente más del celular que de La Palabra de Dios y de La Eucaristía.
8) Estar pendiente de otras cosas mientras está expuesto el Santísimo.
9) No hacer la venia o echarse la bendición cuando se pasa frente al Sagrario. ¡Está Jesús ahí presente: Rey de reyes y Dios mismo, que es tratado como desconocido al ser ignorado!
10) Tratar a Dios como un amigo, olvidando que es Dios. Dios es amor pleno, pero sigue siendo Dios y debemos cumplirle, menos hacer las cosas que Él nos prohíbe, mientras decimos: “Señor, Señor”. ¿Quién dice groserías siendo de Dios, mientras habla de Él? ¿Quién palabras de doble sentido?
11) Pecar y luego disculparse, ya pensando en volver a pecar, sin siquiera un poco de arrepentimiento.
12) Confesarse sin tener al menos un mínimo deseo de cambiar y de cumplirle al Señor. No confesar pecados por ser pecados que cometen la mayoría de personas. La debilidad humana no es una excusa para pecar y muchos se excusan “porque es humano”. Pensar que son nada los pecados de omisión: son pecados.
13) Cambiar y ser bueno y correcto solo un rato, para luego olvidarse de Dios por otro. ¡Dios no es una marioneta, no gusta de los tibios, porque abusan de la piedad de Dios!
14) No creer en el cielo y en el infierno y aún más grave, no creer en La Palabra de Dios. ¡¿Dudan a caso del poder de Dios para cuidar de sus asuntos para con la humanidad?! o acaso, ¡¿Dudan de que Dios es Dios?! Confíen en su mano.
15) Creerse dignos del amor de Dios.
16) No confiar en todo lo que Él permite para nuestras vidas, Él no quiere nada malo para nosotros, pero por eso nos deja caer para que no nos volvamos hijos tiranos. Un Buen Padre corrige aunque le duela ver tristes a sus hijos, lo contrario es de un mal padre.
17) No esperar un poco más de tiempo a que se acabe la Eucaristía. Tener tiempo para el mundo, menos para las cosas de Dios.
18) No atender a los gritos de amor, buscando que los suyos regresen a su casa: el Padre a sus hijos pródigos. Atiendan a los mensajes.
19) No orar por nuestros hermanos, siendo que el Padre Celestial y todo el Cielo lloran de dolor cuando alguien se condena, o cuando alguien falto de ayuda se hunde en sus problemas y pecados ¡El que mucho ama, mucho más le duele perder a quien ama o ver su dolor!
Discernimiento de los Tiempos (RII)
Lc. 21, 22: 22. Porque estos son días de venganza en los que se cumplirá todo cuanto está escrito. (La venganza es contra quienes abusaron de la misericordia de Dios, contra los pecadores y su insulto a Dios y el daño que han hecho. Contra los que hicieron pecar a los justos y buenos, contra quienes dispersaron al rebaño y lo confundieron con falsas ideas, contra los inmisericordes y soberbios, contra los seguidores de Satanás)
(Se cumplirá todo cuanto está escrito. Toda la Sagrada Escritura se está dando al pie de la letra y según las profecías dadas a los profetas por Dios. En el discernimiento ya se ve esto: Se está cumpliendo toda la Sagrada Escritura)
Lc. 21, 31-32: 31. Así también vosotros, cuando veáis que sucede esto, sabed que el Reino de Dios está cerca. 32. Os aseguro que no pasará esta generación hasta que todo esto suceda.
(Ya están sucediendo todas estas señales, demasiadas para no darse cuenta si se busca y se discierne. Como dice La Palabra y los mensajes a los profetas de estos tiempos: “El Reino de Dios está cerca”
Ahora, cuando dice esta generación, no refería a aquella generación de aquel tiempo sino a aquella generación en la que se vieran suceder todas estas señales. Como dice La Palabra y los mensajes a los profetas de estos tiempos: “no pasará esta generación hasta que todo esto suceda”. Todo dará cumplimiento en ésta generación)
(II Revisión)
Reafirmando Lc. 21, 31-32:
Mt. 16, 1-4: 1. Se acercaron los fariseos y saduceos y, para ponerle a prueba, le pidieron que les mostrase un signo del cielo. 2. Más él les respondió: “Al atardecer decís: ‘Va a hacer un buen tiempo, porque el cielo tiene un rojo de fuego’, 3. y a la mañana: ‘Hoy habrá tormenta, porque el cielo tiene un rojo sombrío.’ ¡Con que sabéis distinguir el aspecto del cielo y no podéis discernir los signos de los tiempos! 4. ¡Generación malvada y adúltera! pide un signo, pero no se le dará otro signo que el de Jonás.” Y dejándolos se fue. [Mt. 12, 38-42]
Mt. 24, 32-34: 32. De la higuera aprended esta parábola: cuando ya sus ramas están tiernas y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca. 33. Así también vosotros, cuando veáis todo esto, sabed que Él está cerca a las puertas. 34. Yo os aseguro que no pasará esta generación hasta que todo esto suceda.
Las ramas tiernas y las hojas nuevas son las señales, los signos de los tiempos que indican que está cerca el verano del final de los tiempos. Por esto, cuando se vean estas señales, se sabrá que de esa generación no pasa sin que que todo lo predicho ocurra:
Muchas de las señales escritas en La Palabra ya se observan, algunas como la disminución del tiempo, los máximos solares que traerán problemas, el calentamiento global que acelerará la actividad sísmica y volcánica, amenazas de asteroides, se encuentran comprobadas científicamente y se evidencian e incrementan día tras día. El Espíritu Santo ya anuncia a través de la voz de Nuestra Madre María y de Nuestro Señor Jesucristo aquello que ha de venir, demasiados mensajes del cielo dados a los muchos profetas en distintas naciones que hablan de lo mismo. Rumores de guerra, el hombre buscando sólo los placeres diarios y otra cantidad de signos ya anunciados. Por esto, quien no se da cuenta es porque tiene miedo o porque quiere seguir pecando, y el miedo no es una excusa para no darse cuenta de las cosas, porque al que se le brinda la oportunidad de salvación abriéndole los ojos y no la acepta, se hace culpable de todos sus actos y de su propia condenación. Dirán que Dios es injusto, ¡injusto el hombre que ante tantos llamados angustiosos del cielo no recapacita! ¡Son demasiados! Dios agota hasta la última oportunidad en su misericordia y cuando habiéndolo intentado todo el hombre no reacciona, recurre a su justicia. Recordemos que primero pecamos nosotros y abandonamos a Dios, y que cada pecado tiene sus consecuencias. Que nadie se considere inocente a los ojos de Dios [Sal. 143(142), 1-2]. Más al que se convierta, por misericordia y amor, Él le dará el perdón.
El llamado que Dios está haciendo a muchos pecadores y su conversión
Mt. 22, 14: 14. Porque muchos son llamados, mas pocos escogidos.” (La misericordia de Dios ha alcanzado a muchos, pero unos pocos la han aceptado, estos pocos encabezarán el resto fiel de estos tiempos)
Is. 29, 15-24: 15. ¡Ay de los que se esconden de Yahvé
- con el fin de ocultar sus planes,
- y ejecutan sus obras en las tinieblas,
- pensando: “¿Quién nos ve o nos conoce?”!
16. - ¡Qué error el vuestro!
¿Es el alfarero como la arcilla,
- para que diga la obra a su hacedor:
- “No entiende el oficio”? (Así se encontrará la humanidad en ese momento, creyendo que Dios no ve su pecado, renegado de la obra de Dios y no considerándolo el hacedor)
17. ¿Acaso no falta sólo un poco
- para que el Líbano se haga un vergel,
- y el vergel parezca una selva? (Cuando sea eso, faltará poco para que los árboles del Líbano, que son las personas que están en la Gracia de Dios, crezcan muchísimo en número)
18. Aquel día los sordos oirán
- las palabras de un libro,
- y desde la tiniebla y desde la oscuridad
- los ojos de los ciegos las verán. (El Libro es La Palabra de Dios, los sordos y ciegos son los pecadores que no han visto la verdad ni son capaces de oír de Dios ni de las enseñanzas del Reino de Dios)
19. Otra vez la gente humilde
- volverá a alegrarse en Yahvé,
- y los hombres más pobres
- se regocijarán con el Santo de Israel. (Porque va a ser traída la justicia, porque va a ser renovada la fe de La Iglesia)
20. Pues habrán terminado los tiranos,
- habrán acabado los hombres cínicos,
- exterminados los que desean el mal:
21. - los que declaran culpable a otro,
- tienden lazos al que juzga en la puerta
- y desatienden al justo por una nonada. (Aquellos son los mismos ciegos y sordos que se convirtieron con La Palabra, que cambiaron sus vidas a volverse hijos de Dios, que rechazaron el pecado y aceptaron el camino de la salvación. Por eso habrán terminado ellos, más no muerto, cambiado)
22. Por tanto, así dice Yahvé,
- Dios de la casa de Jacob,
- el que rescató a Abrahán:
- “No se avergonzará en adelante Jacob,
- ni en adelante su rostro palidecerá; (Como un padre cual sus hijos se encuentran haciendo vergüenzas y deshonrándolo, causándole dolores de cabeza al ser hijos tiranos y rebeldes. Ya no se avergonzará Jacob de sus hijos)
23. - pues cuando vea a sus hijos,
- las obras que haré con él, (Habla con cada uno de los hijos de Jacob, los antes pecadores: “Hará obras grandes con ellos, y ellos alabarán a Dios, el Dios de su padre Jacob”)
- santificará mi Nombre.
Santificará al Santo de Jacob
- y respetará al Dios de Israel.
24. Los desorientados sabrán comprender, (Quien se haya convertido de su vida de pecado entenderá estas palabras. También todo lo que Dios ha dicho a través de La Iglesia y de Jesucristo)
- el murmurador aprenderá la lección.” (Aquel que no creía en Dios, pero también el demonio que dominaba a cada uno de estos hijos pródigos, perdidos)