miércoles, 27 de junio de 2012

Los Profetas Volverán A Ser Perseguidos

No serán reconocidos por la mayoría

 

Los enviados de Dios no son reconocidos:

 

Lc. 7, 31-33: 31. “¿Con quién podré comparar a los hombres de esta generación? ¿A quién se le parecen? 32. Se parecen a los chiquillos que están sentados en la plaza y se gritan unos a otros:

 

‘Os  hemos tocado la flauta,

- pero no habéis bailado,

- os hemos entonado endechas,

- pero no habéis llorado.’

 

33. Porque resulta que ha venido Juan el Bautista, que no comía ni bebía vino, y decís: ‘Está endemoniado.’ 34. Ha venido el Hijo del hombre, que come y bebe, y decís: ‘Ahí tenéis un comilón y un borracho, amigo de publicanos y pecadores.’ 35. Pero la Sabiduría se ha acreditado por todos sus hijos.”

 

La gente no va reconocer a los profetas, pondrán mil peros, y nunca serán los profetas que esperan; siempre encontrarán fallos o cosas que les disgusten y se armarán de puras excusas para no creer. Los del mundo esperan profetas que auguren paz, bendición, que hagan milagros y portentos sin exigirles nada, que les digan que si pueden hacer lo que quieren y darse gusto en todo. En cambio, los que reconocerán a los profetas serán aquellos que tengan Sabiduría de Dios y los que pidan la luz del Espíritu. [Dn. 12, 10]

 

Los enviados de Dios son perseguidos:

 

Ab. 1, 1: 1. Visión de Abdías.

 

Esto dice el Señor Yahvé a Edom:

Hemos oído un mensaje de parte de Yahvé, (Esto lo dice Edom)

- un embajador ha sido enviado a las naciones:

“¡Arriba, desencadenemos la guerra contra él!”

 

Sal. 2, 1-3: 1. ¿Por qué se amotinan las naciones

- y los pueblos conspiran en vano?

2. Los reyes de la tierra se sublevan,

- los príncipes a una se alían

- en contra de Yahvé y su Ungido:

3. “Rompamos sus cadenas,

- sacudámonos sus riendas”.

 

Incluso, la misma Iglesia los perseguirá:

 

Os. 9, 7: 7. Han llegado los días del castigo,

- han llegado los días de la retribución.

¡Que lo sepa Israel!

-“¡El profeta es un necio,

- un loco el hombre del espíritu!”

 

En los días de castigo todo lo anunciado por los profetas a Israel es tenido como necedad o como una locura, no son creídos. Como pasó con los profetas y los apóstoles del antiguo y el nuevo testamento, hombres del Espíritu que anunciaban la verdad y no eran creídos por el mismo Pueblo de Dios, Israel. Eran tenidos por locos como por loco fue tenido Nuestro Señor Jesucristo, porque si hubieran creído y se hubieran arrepentido, muchas catástrofes y castigos que cayeron sobre Israel y las otras naciones hubieran sido evitados. La realidad más evidente de esto es que mataron Nuestro Señor.

 

La misma Iglesia, como Pueblo de Dios, Jerusalén de la Nueva Alianza, será la que vuelva a crucificar a Nuestro Señor Jesús en sus profetas y en sus elegidos y así se cumplirá La Palabra.

 

Mt. 23, 29-31: 29. “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, porque edificáis los sepulcros de los profetas y adornáis los monumentos de los justos, 30. y decís: ‘Si nosotros hubiéramos vivido en el tiempo de nuestros padres, no habríamos participado con ellos en el asesinato de los profetas 31. Diciendo esto atestiguáis contra vosotros mismos, pues confirmáis que sois hijos de los que mataron a los profetas.

 

Lc. 24, 18-20: 18. Uno de ellos, llamado Cleofás, le respondió: “¿Eres tú el único residente en Jerusalén que no se ha enterado de lo que ha pasado allí en estos días?” 19. Él les dijo “¿Qué ha ocurrido?” Ellos le contestaron: “Lo de Jesús Nazoreo, un profeta poderoso en obras y palabras a los ojos de Dios y de todo el pueblo: 20. cómo nuestros sumos sacerdotes y magistrados lo condenaron a muerte y lo crucificaron.”

 

Jn. 15, 18-20: 18. Si el mundo os odia,

- sabed que a mí me ha odiado

- antes que a vosotros.

19. Si fuerais del mundo,

- el mundo amaría lo suyo;

- pero el mundo os odia

- pues no sois del mundo,

- pues yo, al elegiros,

- os he sacado del mundo.

20. Acordaos de lo que os he dicho:

- El siervo no es más que su señor.

Si a mí me han perseguido,

- también os perseguirán a vosotros;

- si han guardado mi palabra,

- también la vuestra guardarán.

 

Mc. 6, 4: 4. Jesús les dijo: “Un profeta sólo carece de prestigio en su patria, entre sus parientes y en su casa.

 

En estos momentos la mayoría de fieles de la Iglesia dicen tener fe en Jesús, pero es una fe casi nula. La casa de Jesús es la Iglesia y como Él ya dijo carece de prestigio en su propia casa. Y si Jesús que es la Cabeza de la Iglesia carece del prestigio, fe y respeto que se le debería tener, cuánto más sus profetas, aquellos a quienes Él envía a su Iglesia. La casa donde carecen de prestigio los profetas de Dios es la misma Iglesia. Lo contrario de lo que debería ser.

 

Mt. 23, 34: 37: 34. Por eso pienso enviaros profetas, sabios, y escribas: a unos los mataréis y los crucificaréis, a otros los azotaréis en vuestras sinagogas y los perseguiréis de ciudad en ciudad,

37. “¡Jerusalén, Jerusalén, la que asesina a los profetas y apedrea a los que son enviados! ¡Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como una gallina reúne a sus pollos bajo las alas, y no habéis querido!

 

Con el dolor del alma, pero la misma Iglesia es la que se ha encargado de tratar como locos y hacer caso omiso a los profetas que el Señor ha enviado durante todos estos tiempos. En ninguna parte de la Palabra el Señor dice que dejará de enviar a sus profetas y entonces ¿por qué no se han visto?, porque la Iglesia misma se ha encargado de censurarlos y marginarlos mientras que debía comunicar el mensaje que ellos transmitían. Cuántas veces la Iglesia hizo y aún sigue haciendo caso omiso a los llamados de Dios para reunir a sus hijos, ¡incontables veces, realmente muchas!; cuántas más cuando el Señor habla del castigo si no hay conversión. Sólo se atiende a las revelaciones que hablan de paz y bendición, olvidando que Dios es un Padre y los padres corrigen a sus hijos. ¿Cuántas veces no llamó la atención Dios a su Pueblo en las Sagradas Escrituras y estos seguían sin hacerle caso? Hoy se cumplen de nuevo las Sagradas Escrituras, el Pueblo de Dios vuelve a traicionar a su Señor sin acordarse de que las consecuencias ya están escritas. A raíz de esto se cumplirá otra vez La Palabra.

 

Ez. 33, 30-33: 30. “En cuanto a ti, hijo de hombre, tus compatriotas andan hablando de ti junto a los muros y a las puertas de las casas. Comentan entre sí: ‘Vamos a escucha que palabra viene de parte de Yahvé.’ 31. Y mi pueblo acude a ti en masa y se sienta delante de ti; pero, tras escuchar tus palabras, no las ponen en práctica. Me lanzan lisonjas de palabra, pero su corazón sólo anda buscando su interés. 32. Te han tomado por un intérprete de cantos de amor, de voz encantadora, que se acompaña de buenos instrumentos. Sí, escuchan tus palabras, pero luego nadie las cumple. 33. Más cuando todo esto llegue -ya está llegando-, sabrán que había un profeta en medio de ellos.[Ez. 2, 4-5]

 

Anexo 1: ¡Muchos Profetas Y Ungidos De Estos Últimos Tiempos Serán Desprestigiados Y Puestos En El Patíbulo!       
Mayo 31 de 2012 – 1:20 p.m.

Llamado Urgente De María Señora De Todas Las Naciones A Los Hijos De Dios

 

Hijitos de mi corazón, que la paz de Dios esté con vosotros.

 

Hijitos, las fuerzas del mal han empezado a desplegarse por toda la tierra y su ataque a los hijos de Dios ya comenzó. Muchos profetas y ungidos de estos últimos tiempos serán desprestigiados y puestos en el patíbulo público. Sed muy cautelosos y astutos mis niños, porque los lobos andan camuflados y vestidos de ovejas para engañar al rebaño de mi Hijo. Ya están dentro del rebaño dividiendo las ovejas, creando cizaña, trayendo confusión, para luego dispersarlas y así hacerlas perder. Probad los espíritus, pedid mucho discernimiento al Santo Espíritu, porque no todo el que diga vengo de parte del Señor es del rebaño de mi Hijo.

 

Acordaos que los lobos son astutos, dividen el rebaño primero y luego lo separan para devorarlo y hacerlo caer en el despeñadero. La antigua serpiente volverá a engañar a muchos, acordaos mis hijitos de lo que dice la Santa Palabra de Dios: Un poco de levadura basta para fermentar toda la masa. (1 Corintios 5. 6) Guardaos de la levadura de los fariseos. (Marcos 8. 15).

 

La lengua venenosa de la serpiente difamará a los profetas y ungidos de Dios de estos últimos tiempos, así como lo hizo Jezabel con el profeta Elías (1 Reyes 19 1 al 4). Les hará la guerra difamándolos y persiguiéndolos para que las ovejas no los escuchen y así poderlas desviar del camino. ¿Cuántos se perderán por prestar atención a espíritus engañadores y falsas doctrinas?. Por eso hijitos míos os pido que confirméis los mensajes del cielo con la Santa Palabra de Dios, para que no seáis engañados y así no perdáis vuestra alma.

 

Os recuerdo mis niños, que todos los acontecimientos que están por suceder ya fueron escritos en la Santa Palabra de Dios a través de los profetas de la antigüedad y confirmados por mi Hijo en su Santo Evangelio. Mi Padre os los está recordando y confirmando a través de sus profetas y ungidos de estos últimos tiempos para que prestéis atención, recapacitéis y volváis a retomar el camino que lleva a la gloria de Dios. No caigáis pues hijitos en las trampas de mi adversario, pedid la luz y sabiduría del Santo Espíritu de Dios y confirmarlo todo con su santa palabra, porque mensaje que venga del cielo no difama, ni divide, antes por el contrario, invita a la conversión, al perdón, al arrepentimiento, al amor, a la esperanza y confianza en Dios. Os alerto pues mis hijitos, porque mi adversario ha comenzado una campaña de desprestigio a los profetas y ungidos de Dios; no os dejéis confundir; lee la palabra de Dios que es alimento para el espíritu y pedid mucho discernimiento a su Santo Espíritu para que podáis permanecer en la verdad; cubrid todo con la Sangre de mi Hijo, para que podáis distinguir y discernir el bien del mal y vuestra alma no se pierda por falta de conocimiento. Que la luz y la sabiduría de Dios os conduzcan a la verdad y mi protección maternal os asista siempre. Vuestra Madre María, Señora de todas las naciones.

 

Es urgente que deis a conocer este mensaje a todos mis hijitos.   
El señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién podré temer? (Salmo 27, 1).

 

Tomado de Mensajes del Buen Pastor a Enoc:

http://www.mensajesdelbuenpastorenoc.org/mensajesrecientes.html

Mirar enlace 5.11: Todo Lo Que Hace Yahvé Lo Revela Antes A Sus Profetas

Citas Bíblicas

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