Mt. 23, 29-31: 29. “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, porque edificáis los sepulcros de los profetas y adornáis los monumentos de los justos, 30. y decís: ‘Si nosotros hubiéramos vivido en el tiempo de nuestros padres, no habríamos participado con ellos en el asesinato de los profetas’ 31. Diciendo esto atestiguáis contra vosotros mismos, pues confirmáis que sois hijos de los que mataron a los profetas.
Miremos primero los términos como el Señor se refiere: los sepulcros de los profetas y los monumentos de los justos. En ningún momento dice a los ídolos fabricados de los que fueron profetas y justos, antes bien de estos últimos dice monumentos. Además, se les hacía a los justos y a los profetas cierta reverencia porque ¿para qué sin ningún motivo edificaba el pueblo los sepulcros de los profetas y adornaba los monumentos de los justos?, lo hacían esperando algún favor de Dios. Un gran parecido hay entre los monumentos de los justos y las Sagradas Imágenes.
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